Concierto benéfico de las Damas Alemanas

Orquesta Viva Vivaldi de Cuenca
Director: Michael Meissner
Solista: Alina Komissarowa, violín
Sala de Conciertos
Evento organizado por las Damas Alemanas
La Casa de la Música no es responsable de la organización de este evento
Valor $20


 Programa


Las 8 estaciones

Antonio Vivaldi (1678-1741)
La Primavera

Allegro,
Despierta la primavera
El canto de los pájaros
El murmullo de los arroyos
Truenos
El canto de los pájaros


Largo e pianissimo sempre,
El pastor dormido
El murmullo del follaje
El ladrido del perro

Danza Pastorale: Allegro, Danza campestre

Astor Piazzolla (1921-1992)
El Verano Porteño

Antonio Vivaldi (1678-1741)
L’Estate (El Verano)

Allegro non molto,
Languidez por el calor
El cucú
La tórtola
El jilguero
El gentil céfiro
Vientos diversos
El viento Boreal
El lamento del joven campesino

Adagio - Presto, Moscas y gruñones

Presto, Tormenta de verano

Astor Piazzolla (1921-1992)
El Otoño Porteño

Antonio Vivaldi (1678-1741)        
L’Autunno (El Otoño)

Allegro,
Danza y canto de campesinos
El ebrio
El borracho dormido

Adagio molto,
Borrachos dormidos

Allegro,
La caza
La presa fugitiva
Escopetas y perros
La presa fugitiva muere

Astor Piazzolla (1921-1992)           
El Invierno Porteño

Antonio Vivaldi  (1678-1741) 
L’Inverno (El Invierno)

Allegro non molto,
Temblar de frío en la nieve helada
Terrible tormenta
Corre y patalea fuerte con los pies por el frío
Vientos
Castañetear de los dientes
Largo, Lluvia
Allegro,
Caminar sobre hielo
Caminar con cuidado y temor
Caer
Correr rápido
El viento Scirocco
El viento Boreal y todos los vientos

 Astor Piazzolla (1921-1992)    
La Primavera Porteña


ALINA KOMISSAROWA

ALINA KOMISSAROWA proviene de Kiew, Ucrania, donde tuvo se debut a los 9 años con la Orquesta del Conservatorio. En 1994 terminó sus estudios en la Academia Nacional P.I. Tchaikowski con mención de honor. En aquellos años ha sido solista de las mejores orquestas de Ucrania en frecuentes giras a Rusia, Ucrania, Italia, Alemania Polonia y Turquía, así como para grabaciones de radio y tv en Ucrania y Suiza.

 Desde temprana edad recibió importantes premios en prestigiosos concursos internacionales como los de Kloster Schöntal, Caltanisetta, Osaka, Nicanor Zabaleta/San Sebastián, R. Molinari en Gstaad, Suiza, culminando con el 2º premio en el Concurso internacional Yehudi Menuhin en Inglaterra en 1993, donde ejecutó el concierto de Khatchaturian bajo la dirección de Lord Yehudi Menuhin. El Mtro. Menuhin le ofreció una beca para continuar sus estudios con él en la Menuhin Academia en Suiza por 5 años, donde estudió además con los maestros Alberto Lysy, Zahar Bron, Igor Oistrakh, Walter Levin, Mee-Kyung Lee, Jeremy Menuhin y Radu Aldulescu.

 Durante 5 años ha sido integrante de la Camerata Lysy, con la cual realizó giras en todo el mundo, para posteriormente ser concertino de la Filarmónica de Liverpool y de la Real Ópera de Kopenhague.

 Actualmente reside en Italia y realiza una intensa actividad de solista en Polonia, Turquía, Alemania y Ucrania, además de ofrecer clases maestras en Italia, Polonia, México y Argentina. Forma parte de varios ensambles de cámara en Dinamarca, Alemania e Italia y desde 2017 es artista de la disquera Brilliant Classics.


Las 8 Estaciones

 La Orquesta Viva Vivaldi comparte en un solo programa dos obras maestras sobre las cuatro estaciones: las del compositor veneciano barroco Antonio Vivaldi y las del revolucionario tanguero del siglo XX, Astor Piazzolla. Este banquete se presenta en vestuario de época, ofreciendo al público una verdadera fiesta audiovisual.

 Vivaldi llevó a la cúspide el género del concierto, sobre todo para su instrumento propio, el violín, con más de 400 obras para uno o varios violines y orquesta, con las famosas Cuatro Estaciones como máxima expresión de virtuosismo y sentimiento.

 En estos cuatro conciertos encontramos ejemplificadas todas las características revolucionarias del concierto barroco vivaldiano; música absoluta, sin relación con la iglesia; los contrastes de tres tiempos: rápido-lento-rápido; el elemento dinámico contrastante por el efecto del eco; un virtuoso solista, acompañado solamente por el basso continuo, enfrenta a toda la orquesta; y por último la imitación de la naturaleza, buen pretexto para escribir una obra con un título imaginario espectacular.

 A cambio, en Las cuatro estaciones porteñas, Astor Piazzolla no nos describe la naturaleza, sino el espíritu bohemio de la ciudad de Buenos Aires, embriagada con la frívola elegancia del tango en donde las voces del bandoneón y del violín aspiran con su fuelle la nostalgia y la tristeza del alma.

 La Orquesta Viva Vivaldi es una parte de la sección de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Cuenca, agrupación que entrega su virtuosismo individual y de ensamble, así como su versatilidad estilística para crear una orquesta de alta sensibilidad, flexibilidad y viveza del colorido.


Antonio Lucio Vivaldi y Astor Pantaleón Piazolla

O la invención de las ocho estaciones en dos historias

  Il prete rosso

 El veneciano Antonio Vivaldi escribió cerca de 500 conciertos para diversos instrumentos, dedicando al violin, del cual era un virtuoso, la cantidad de 220. Cuatro de estos conciertos pertenecientes a Il cimento dell´armonia e dell´invenzione y reunidos en el Op. 8 (1725), escritos para violín solista, orquesta de cuerdas y clavecín, son los famosos Cuatro estaciones.

 El asesino del Tango

 La otra historia inicia en el puerto de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire, capital del virreinato del Río de la Plata, que durante el siglo XIX recibió a una gran cantidad de inmigrantes italianos. Su música, mezclada con una variante del canto flamenco, proveniente del crisol cultural poli étnico de Andalucía: El Tango, de hondas raíces negras, pues el nombre deriva de el africanismo tangomao que define a un hombre que trafica con esclavos, ya en América, el termino abreviado de tango se usaba para referirse al lugar de reunión para baile y diversión de la población negra.

 Astor Piazzolla estudió bandoneón, creció con el Jazz y con Bach, y fue Alberto Ginastera quien lo acercó a Ravel, Stravinsky y Bartók. A partir de ese momento su relación con el tango tradicional sería de una mezcla de amor y desprecio, pues en su mente comenzaba a gestarse el genio innovador que iría en contra del conservadurismo del tango, por lo cual se le conocería como el asesino del tango.